El 7 de diciembre pasado, se celebró la Fiesta
de la Matanza en este pequeño pueblo del Valle del Genal. Una bonita e interesante fi esta
popular y allí fuimos a aprender.
Introducción.
El Valle del Genal se ubica en las estribaciones de la
Serranía de Ronda, montaraz y escondido territorio
donde te vas aproximando por sus diferentes vías de
comunicación y no lo divisas, hasta que te encuentras a menos de un kilómetro. En este caso hicimos la
aproximación desde Algeciras, trazando curvas por la
carretera que va en dirección a Ronda, pura serranía de
roquedo y curvas mucho más pronunciadas, cuando
vas bajando al Valle y empiezas a encontrar bosque
mediterráneo y los primeros castaños.
El entorno salvaje, lo humanizaron los “sabios romanos”, hace más de dos mil años, plantando castaños,
necesarios para la logística de sus campañas, ya que la
castaña es un superalimento y tiene muy buena conservación, ya sea deshidratada (castaña pilonga) o en
forma de harina. Esos bosques de castaños perviven
en la actualidad, ahora más en forma de plantaciones
ordenadas.
Los castañares aportan una singular belleza al paisaje
del Valle. Verde claro en la hoja desde que abren los
capullos foliares en primavera, hasta los dorados y tonos ocre del otoño, incluso en lo más duro del invierno,
cuando la ausencia de hojas permite crecer la hierba y
vuelven a predominar los tonos verdes.
El Río Genal transcurre de Este a Oeste por todo el valle.
Nace junto a Igualeja en un precioso paraje, una transparente surgencia tras unas rocas. Igualeja es el único
pueblo de fondo de valle. Todos los demás están en la
altura, protegidos de las invasiones en la antigüedad
y ahora, oteando como privilegiados miradores, para
disfrutar de su propio entorno. Uno de ellos es Faraján,
bastante más al oeste de Igualeja. Después el río gira al
sur, se remansa y desemboca en el Río Guadiaro.
El paisaje es abrupto, con arroyos encañonados y algún que otro “canuto”. Aparte del castaño, predominan
varias especies de quercus, en particular encina, alcornoque y dos tipos de quejigo. El matorral es el típico del bosque mediterráneo. Esta vegetación montuna
es fundamental para la alimentación del cerdo ibérico
protagonista de nuestra matanza.
La Feria…
Recuperándonos un poco del tortuoso camino, atravesamos el pueblo para arribar a su plaza principal, que
es rectangular. Nada más entrar nos encontramos un
bar provisional para tomar bebidas y tapas. Todo un
lateral de la plaza y la calle a continuación tiene pequeños puestos de productos locales, especialmente quesos y embutidos y algunos de artesanía.
En el lado corto un pequeño escenario para la orquesta y frente a los puestos, la parte más importante, una
zona donde hay colgados dos cerdos, unas mesas con
lomos y algunas otras piezas grandes, una máquina de
embutir y otras mesas para repartir las catas al publico.